jueves, 25 de febrero de 2010

LA MEMORIA



CONFIRMADO : Scuderi integró los servicios de inteligencia en tiempos de dictadura

Entrerrianos que integraron organismos de inteligencia del aparato represivo del terrorismo de Estado

Los periodistas Adrián Murano y Franco Mizrahi de la Revista Veintitrés difundieron los 4.300 nombres que integraban la plantilla de personal, los rangos y las actividades de los agentes que aportaron información, apoyo logístico y mano de obra a la represión en tiempos de la última dictadura militar. En la lista figuran casi 40 entrerrianos entre ellos, Juan José Scuderi, quien hasta hace poco se desempeñaba como agente en el Casino de Concordia y fue separado del cargo luego de una denuncia presentada por el diputado Eduardo Jourdan. El listado, que lleva la firma del actual jefe de Inteligencia del Ejército, César Milani, fue entregado al juez Ariel Lijo por Ramón Torres Molina, titular del Archivo de la Memoria. La nómina incluye los nombres de 1.599 personas que se desempeñaron como agentes civiles de inteligencia en el Batallón 601 y 2.353 que cumplieron tareas en distintos destacamentos y secciones en diferentes lugares del país. El documento se complementa con una lista de 345 militares del 601.

Andrés Julián Rafael figura en la nómina de agentes civiles de inteligencia que pertenecían al BATALLÓN 601 .En la lista oficial , que con la firma del actual Jefe de Inteligencia del Ejército, César Milani,le fuera entregada al Juez Ariel Lijo, Andrés julian Rafael, figura encabezando la nómina de agentes de inteligencia del ejército que actuaban en Paraná.
El mencionado Andrés Julian era un agente inflitrado en las filas de la Juventud Comunista (FJC), la Fede de Entre Ríos y se desempeñanba como responsable de relaciones política de dicha organización. Desde ese lugar tenía acceso privilegiado al accionar del Movimiento de Juventudes Políticas del que participaban miembros de las juventudes de todas las fuerzas política. La situación de Andrés Julian como agente infiltrado fue oportunamente denunaciada por jóvenes que luego encabezaron el histórico viraje del Partido Comunista en su 16 Congreso , pero fueron desoídos. Hubo que esperar a que esos mismos, y por entónces jóvenes, dirigentes estuvieran al frente de esa fuerza política para que el agente del Ejército fuera definitivamente separado.

La nómina difundida por la revista Veintitrés
-Andrés, Julián Rafael R.
-Andrili, Ricardo Ramón
-Arcoba, Ernesto
-Arias Guillermo Alfredo
-Arteaga, Florencio A.
-Avellaneda, Sergio A.
-Bello, Rubén Juan
-Berdera Molina, Rodolfo
-Berlo, Miguel Roberto
-Bonfils, Reinaldo Enrique
-Calabrese, Domingo César
-Clariá, Daniel Alberto
-Chiyah, Arturo Raúl
-Fontana, Víctor Eduardo
-Fusse, Carlos Rubén
-Godoy, José Luis
-Godoy, Mario Alberto
-Jurado, Héctor Ramón
-Leites, Luis Rodolfo
-Leiva de Quinodoz, Lidia A.
-Martínez, Alberto Eusebio
-Meza, Juvenal Pascacio
-Michou, Pedro Edgardo
-Muller, Amtenor M.
-Robaina, Oscar Rafael
-Roldán, Albaro Hugo
-Savat, Enrique Eduardo
-Schiascia, Raúl Ernesto
-Scuderi, Juan José
-Tejada, José Carlos
-Terenzano, Víctor Luis
-Torres, Aníbal Raúl
-Vuconich. Daniel Osvaldo

La nota que firman Adrián Murano y Franco Mizrahi, dice…
La mayoría tiene más de 50 años. Llevan una vida corriente como pintores, abogados, comerciantes, porteros, profesionales, empleados, oficinistas, fotógrafos, docentes. Padres y madres de familia, abuelos, amigos, vecinos. Argentinos anónimos sin más lazos aparentes entre sí que la pasión por el asado, la ensalada mixta o los ravioles con tuco. Pero guardan un secreto común: hace tres décadas reportaban al temible Batallón 601, el cerebro que condujo la cacería criminal más atroz de la Argentina reciente.
Hubo que esperar 27 años para que se revelara uno de los secretos mejor guardados del país: quiénes integraron el máximo organismo de inteligencia del Ejército durante el terrorismo de Estado. Hubo que esperar casi tres décadas de democracia para que la memoria de los argentinos accediera a los 4.300 nombres que integraban la plantilla de personal, los rangos y las actividades de los agentes que aportaron información, apoyo logístico y mano de obra a la represión. Veintitrés accedió en exclusiva a ese documento histórico y lo difunde completo en un dossier especial, con la esperanza de aportar una porción de verdad en la trabajosa lucha contra el olvido.
El listado, que lleva la firma del actual jefe de Inteligencia del Ejército, César Milani, fue entregado al juez Ariel Lijo por Ramón Torres Molina, titular del Archivo de la Memoria. La nómina incluye los nombres de 1.599 personas que se desempeñaron como agentes civiles de inteligencia en el Batallón 601 y 2.353 que cumplieron tareas en distintos destacamentos y secciones en diferentes lugares del país. El documento se complementa con una lista de 345 militares del 601.
Como se observa también, entre ellos aparece el profesor Ricardo Andrili, docente de varios establecimientos católicos de la capital entrerriana, quien además encabezara la lista de candidatos a diputado nacional por el Partido Popular de la Reconstrucción (PPR), liderado por el carapintada Breide Obeid, según lo destaca Análisis Digital.
Otro dato a destacar es que tanto Scuderi como Jurado tuvieron estrecha relación y/o fueron funcionarios de Jorge Busti.

LA UNIVERSIDAD CATOLICA DE SALTA TAMBIÉN CUENTA CON EX REPRESORES

De torturador a profesor

“Su nombre de guerra era Toro, pertenecía a uno de los grupos de tareas más temidos”, contó hace años el ex sargento Víctor Ibáñez. El capitán se había reciclado como docente de la Universidad Católica de Salta. Quedó detenido en Marcos Paz.
El periodista Diego Martínez daba cuenta que hace treinta años, como capitán del Ejército, Martín Rodríguez interrogaba a secuestrados en Campo de Mayo. Tras el retiro se recibió de licenciado en Ciencia Política en la Universidad Kennedy y se radicó en Salta. Fue entrenador de rugby del Jockey Club y dirigió la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Católica, que encabeza el arzobispo Mario Antonio Cargnello. Una investigación de Pablo Llonto, abogado de los hijos del ex diputado Diego Muniz Barreto, permitió identificarlo. Ayer (por el viernes pasado), con 63 años y media vida impune, se presentó bolsito en mano en el juzgado de San Martín, a cargo de Juan Manuel Yalj. Dos horas después salió con esposas, que mostró con odio ante el fotógrafo de Página/12, y ya pasó su primera noche en el penal de Marcos Paz.
“Su nombre de guerra era Toro, pertenecía a uno de los grupos de tareas más temidos”, contó el ex sargento Víctor Ibáñez años atrás. “Terminó procesado por un asunto de robos de autos. Entre sesión y sesión de tortura les hacía firmar a los prisioneros un formulario de transferencia para quedarse con los vehículos”, recordó el ex guardia de El Campito.

Diario Junio, 25/02/2010.-

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