viernes, 2 de abril de 2010

LA SIP REPITE LO QUE DICEN LAS NOTAS DE CLARÍN Y LA NACIÓN

Ricardo Nissen

“Los accionistas de Papel Prensa difunden falsedades desde que el Estado Nacional defiende el derecho de todos los medios.”

Abogado del Estado nacional en la causa de la intervención judicial de Papel Prensa, denuncia que ambos medios ocultaron las irregularidades en el manejo de la empresa por parte de sus directores en contra de los derechos de la partipación del capital estatal.

Por Jorge Mancinelli

- ¿Qué hechos puntuales tiene en cuenta el pedido de intervención judicial a Papel Prensa?

-Las medidas cautelares fueron solicitadas en causa iniciada ante el Juzgado Nacional de primera instancia en lo Comercial Nº 2 y dispuestas por el titular de ese juzgado, Dr. Eduardo Malde, quien intervino judicialmente Papel Prensa S.A. designando un coadministrador judicial con funciones equiparadas a las de un director. La resolución del magistrado incluyó la suspensión del asesor legal del directorio, Dr. Enrique Pigretti, así como la ejecución de diversos actos del directorio y la celebración de una asamblea de accionistas. Las decisiones judiciales están fundadas en las sanciones que la Comisión Nacional de Valores (CNV) le impuso a Papel Prensa ante diversas irregularidades que ese Organismo comprobó en el manejo de esa empresa y en la desatención y desacato en que incurrieron los directores que representan a Clarín y La Nación al no aplicar resoluciones que eran de cumplimiento obligatorio. En la resolución judicial se tiene en cuenta, además, el ocultamiento de información respecto de la actividad de la empresa por parte de los directores del sector privado en perjuicio de los directores que designó el Estado Nacional así como el hecho de que se impidiera la asunción del cargo respecto de un integrante del consejo de vigilancia de la sociedad que había sido designado por el propio Estado Nacional, maniobra nuevamente atribuida a los directores del sector privado.

-Dr. Nissen, la Sociedad Interamericana de Prensa acusa al gobierno argentino de hostigar a Papel Prensa ¿puede Ud. demostrar que la solicitud de intervención judicial no es la prueba de un hostigamiento?

-La Sociedad Interamericana de Prensa no consultó la causa que lleva la justicia contra Papel Prensa, sino que reprodujo notas publicadas por LA NACION y CLARIN, en las que se ocultaron dolosamente las irregularidades en el manejo de la empresa por parte de los directores que representan a esos medios, así como nunca se informaron los avasallamientos que esos directores cometieron contra los derechos del capital estatal; violaciones normativas que dieron lugar a la intervención judicial. Clarín y La Nación desinformaron una vez más con la fábula que se trataba de una nueva muestra del "hostigamiento" del Secretario de Comercio Interior, el Licenciado Guillermo Moreno, hacia Papel Prensa. Esa es la conducta de esos medios; en cuanto a la declaración de la SIP, organización corporativa de propietarios de diarios, la misma muestra el grado de sumisión que esa entidad tiene respecto de sus socios; dependencia que prevalece por sobre el compromiso que debería tener con las libertades de prensa y de información. Si le importara la libertad de información, promovería la obligación de informar con la verdad; y si le interesara la libertad de prensa, se pararía al lado de la inmensa cantidad de medios gráficos que en la Argentina padecen el monopolio que Clarín y La Nación establecieron sobre el mercado de papel a través del manejo de Papel Prensa.

-Si bien el desconocimiento de las leyes no es causal de exculpación, bien podría ocurrir que la SIP no esté informada del juicio contra Papel Prensa

-Mire, es llamativo el supino desconocimiento del que hace gala la SIP sobre lo que verdaderamente ocurre en el seno de Papel Prensa SA, pues mal puede llamar "hostigamiento" a una sentencia judicial que es pública y por la que el juez resolvió sancionar a esa entidad con las mas graves medidas precautorias que admite nuestro ordenamiento societario, como es la intervención judicial de su administración, aún en grado de coadministración. Tan contundente es la resolución judicial, que por primera vez un juez suspende al abogado de la empresa, en este caso el Dr. Enrique Pigretti, por manifiesta parcialidad en beneficio de los accionistas privados, que no son otros que las sociedades comerciales que controlan CLARIN y LA NACION. Equiparar el ejercicio legítimo de un derecho al concepto de hostigamiento es de una ligereza asombrosa que no puede ser admitido, salvo que prevalezca la falsedad y la mala fe.

-¿Pudo haber otra alternativa que el pedido de intervención judicial?

-La Comisión Nacional de Valores constató serias irregularidades, intolerables en una sociedad que por cotizar en bolsa está sujeta a estrictos controles legales en defensa del público inversor. Los directores que representan a Clarín y La Nación habían avalado actas falsas al mismo tiempo que desconocían a la autoridad de control ignorando sus resoluciones de una manera que roza la provocación.
En suma, en el caso se ha comprobado – con la provisionalidad propia de toda medida cautelar – la comisión de gravísimas irregularidades imputadas a los directores designados por el sector privado en la administración de Papel Prensa S.A., quienes de hecho han pretendido convertir a los funcionarios designados por el Estado en meras figuras decorativas sin ningún poder de decisión, escamoteándoles información vital sobre las actividades de la empresa o trabando la asunción de sus cargos, todo ello agravado por otra serie de irregularidades vinculadas al control irrenunciable que es deber funcional de la Comisión Nacional de Valores.
Por todo ello, que se hayan iniciado acciones judiciales para poner fin a las irregularidades y excesos, nunca puede ser juzgado como un hostigamiento, sino como el estricto cumplimiento de los deberes de funcionario público.

-Al comunicado de la SIP, le siguió el 24 de marzo una nota en La Nación firmada por Morales Solá. En la misma se hacen acusaciones similares a las de la SIP contra la actuación del Estado Nacional como accionista de Papel Prensa, aunque va más allá.

-Es la repetición del mismo discurso falso y difamatorio que los accionistas privados de Papel Prensa vienen difundiendo desde que tomaron conciencia que los representantes del Estado Nacional estan para cuidar el patrimonio público y defender el derecho que tienen todos los medios gráficos a acceder en condiciones igualitarias al papel que produce la empresa. Es decir, a que la libertad de prensa, de impresión, comience a ser realidad en nuestro país porque para que haya libertad, tiene que haber un piso común de derechos y obligaciones. En cuanto a que va más allá, sí lo hace al escribir las siguientes falsedades (leo el artículo):"Moreno instruyó a los directores estatales de Papel Prensa para que hicieran lo posible y lo imposible para devaluar la empresa hasta que el Estado pudiera comprarla a precio de oferta o para crear las condiciones de una intervención. Es eso lo que ha hecho durante seis meses. Papel Prensa sería inviable si LA NACION y Clarín decidieran no comprarle papel para diarios. Podrían consumir papel importado. Pero ¿qué sucedería si Moreno, dueño y señor de la Aduana, decidiera cerrar la importación de papel? Esa es la pregunta que los periodistas debemos hacernos. En tal caso, los diarios deberían caer de rodillas ante Moreno para acceder a míseras cuotas de papel…". Tales afirmaciones son absurdas: Primero, ningún director puede hacer caer el valor de una empresa por querer saber como se administra; segundo, si la información que hasta ahora han proporcionado respecto de egresos, ingresos, resultados y patrimonio es falsa, es un problema penal que tendrán que afrontar quienes cometieron el fraude; tercero, si el valor de la empresa cayera, eso no justifica ni habilita al Estado para que la compre, en todo caso los interesados podrían ser representantes de los medios que hasta ahora han sido discriminados; cuarto, Papel Prensa no se hizo para abastecer a dos empresas, sino a todo el mercado, por lo tanto es falso de toda falsedad que esa empresa exista gracias a La Nación y Clarín, afirmación que revela cinismo y desparpajo; quinto, que luego de afirmar que Papel Prensa no sería viable sin el consumo que hacen sus propios accionistas del papel que produce, concluye que tendrían que importar papel y entonces ahí aparece nuevamente Moreno quien no se los dejaría importar. La conclusión del sofisma es, entonces, "monopolio o víctima". El artículo de Morales Solá, además de falso e interesado, es sencillamente patético.

El Argentino, 28-03-2010.-

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